Toneladas de infección: Mercado de Abastos Morelia

Por: Christian Mariana Luna Magaña

Sin atender condiciones sanitarias que controlen el manejo y la calidad de los productos que van directo a la mesa y al organismo de todos los consumidores, a diario se comercializan toneladas de alimentos en el mercado de abastos de la ciudad de Morelia.
Los mercados mayoristas tradicionales son unidades en las que se comercializan productos perecederos, particularmente frutas y verduras, así como abarrotes en general (Ayala & Girón, 2014).
En los últimos dos años, el tipo de trasportación y las condiciones climáticas extremas en todo el país y específicamente en Michoacán, constituyen una fuente de riesgo para la salud de la población consumidora, por lo que conocer la calidad y estado de los alimentos es importante.
El presente reportaje expone las condiciones salubres en las que se encuentra el mercado más grande de la ciudad, enfocado en un punto muy importante: control de plagas; factor asociado a contaminación e infecciones, convirtiéndose en un problema de salud pública en Morelia.
Actualmente, tal como lo menciona (Buenrostro, Bernache, CRAM, & BOCCO, 1997) a pesar de los hábitos de consumo y de comercialización entre la población mexicana, los mercados municipales y los tianguis continúan ocupando un lugar predominante en el comercio de bienes y por ende, siendo generadores de residuos sólidos.
¡PÁSELE, QUÉ LE DAMOS!


Comienza el día y se suben las ruidosas cortinas de los principales locales de la central de abastos de Morelia, “hay que hablarle bonito a la gente, porque con la pura cara no vendemos”, afirman locatarios al iniciar su jornada entre carnes, plátanos, plásticos y verduras.
Un lugar donde se respira desigualdad y rezago en muchos aspectos, pues también trabajan niños y muchos jóvenes en busca de unos cuantos pesos, así lo detalla (Ponciano, 2012) cargar, correr, esquivar y descargar. Ciruelas, camotes, calabazas, zanahorias, chiles, lo que el cliente pida. La espalda y el cuello duelen. Son decenas de niños, sus huesos aún están en crecimiento y de madrugada intentan ganarse unos pesos para sus familias y darse uno que otro gusto. Unos ya desertaron de la escuela y otros intentan conciliarla con sus desvelos.
La actividad empieza a horas diferentes en las áreas del mercado, por ejemplo los que más temprano abren es entre dos o tres de la mañana, esto debido a que en su mayoría los camiones llegan temprano para descargar las toneladas de mercancía, que pronto deben ser acomodadas en cajas y hasta poner en bonita presentación para que funcione sin problemas la venta.
Arrancan pues las labores con el ir y venir de cientos de visitantes que día con día abarrotan las bodegas con la intención de surtir lo necesario para su hogar, siendo la central de abasto el centro de distribución de alimentos más importante de nuestra ciudad.
Y es que para aquellos que madrugan, la noche es una oportunidad más de hacer negocio, el desquiciado tránsito de personas a lo largo de las entradas y salidas del mercado, así como el tráfico vehicular que provocan todos los camiones que llegan a descargar entre las bodegas, hacen que cualquiera esté bien despierto, muchas veces con ayuda de un café.
Desde aquí se surten muchos mercados que se ponen por la ciudad en diferentes días a la semana y también foráneos, que llegan para abastecer en sus tienditas, verdulerías, carnicerías, dulcerías, marisquerías, etc. Y aunque se trate de un mercado mayorista siempre hay quien ofrece sus productos al menudeo. Como locatarios tienen sus estrategias para convencer al cliente que consuma su producto y regrese satisfecho por varias razones; precio, calidad y servicio.
Vicky, es dueña de una de las bodegas sobre la calle sandía y cuenta que “cada producto tiene su proceso, a los elotes por ejemplo, hay que desgranarlos con los dedos puntuales para desnudar las mazorcas, los manojos hay que atarlos, y embolsarlos, si es que toca el cliente que quiere un surtido de verduras para su caldito de cocido, las verduras son picadas con los cuchillos más filosos para un corte rápido y perfecto, todo se hace con cuidado y eso que uno ya le sabe”.
Dulces y botanas Rodríguez se ubica en la calle chile y lleva más de 15 años con la venta de dulces, confitados, palomitas, cacahuates y demás variedad de botanas “Vendemos lo que son: nueces, fruta seca, bombones, gomitas y semillas, llevan desde 10 pesos hasta grandes cantidades en producto; lo que más se vende son los chocolates y botana, chicharrones y cacahuates”.
Pero ¿qué potencializa las ventas?, una de las razones por las que un mercado tan grande como el de abastos de Morelia tenga una buena comercialización de sus productos, se debe a un buen manejo de la administración a pesar de que vendedores y comerciantes tengan una baja cultura empresarial. De acuerdo con (Del Castillo, 2014) es importante que las centrales de abasto proporcionen servicios e instalaciones adecuados para poder ubicarse dentro del ámbito competitivo.
El equilibrio de una parte de nuestra ciudad depende de éste mercado, ahí hay mucho movimiento y cada minuto es equivalente a billetes recibidos.
Por otro lado la tesis de (Ramírez, 2008), habla de la importancia de la comercialización, pues el trato directo con clientes es garantía de permanencia en el mercado. También menciona la ubicación de sus consumidores, lo cual es de suma importancia para mantener los niveles de ganancias en ventas. Así mismo, dedica un par de páginas exponiendo la función que tiene el gobierno en el mercado de abastos José María Jiménez de Coahuila, un contraste bastante sobresaliente pues las acciones que ha intentado implementar gobierno municipal en el mercado de abastos de Morelia, han sido muy pocas y con resultados muy débiles.
Y SIN PLAGA ¿A CUÁNTO EL KILO?
Con razonamiento se debe entender que el concepto de plaga se inicia en la agricultura cuando se tiene que hacer una medición de pérdidas de producción, cosecha y almacenamiento debido a organismos como: hongos, bacterias, insectos y virus.
En febrero de este 2017, la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario informó que destinaría 187 mdp para sanidad animal, vegetal y acuícola, teniendo como objetivo el erradicar plagas en cultivos michoacanos, de esta manera se podría garantizar el saneamiento e inocuidad de los productos, potencializando la agro-exportación. La realidad es que esto es un problema que no se erradicará al cien por ciento. Todos aquellos animales que compiten con el ser humano en la búsqueda de agua y alimentos, invadiendo espacios donde se desarrollan las actividades humanas, se denominan plaga.
Algunos de los perjuicios que traen consigo su destrucción del mismo alimento, viviendas o infraestructuras donde suelen esconderse y anidarse, regularmente es en mercados y sitios donde abundan la suciedad, desperdicios y basura en grandes cantidades. Sin duda son transmisores de enfermedades o alergias; dañinos para el ambiente, las plantas y los alimentos que van directo a nuestro paladar día a día.
Ricardo Ruiz es locatario del mercado, no terminó la secundaria “a mí me gustó más traer dinero, ya ve como es uno de morro, siempre gastando con los compas, ahorita tengo una familia y todos trabajamos para vivir como merecemos”, también dijo que ha sabido lo que son los valores como vendedor, “mis clientes confían en que los productos que yo les ofrezco están limpios, frescos y tienen buena calidad, por eso regresan”. También comentó que de manera particular (sin solicitar ayuda de autoridades municipales) él y otros locatarios se han unido para organizar las fechas de fumigación en sus bodegas, con el fin de evitar tener problemas con sus clientes y tener productos en buenas condiciones.
En el caso de pescados y mariscos, aunque cualquier alimento puede desencadenar síntomas por inhalación o contacto, son los pescados con los que más frecuentemente ocurre y también los que más tardan en tolerarse; de hecho, no es infrecuente que la sensibilización persista durante toda la vida.
En los alérgicos a pescados las manifestaciones clínicas más frecuentes ocurren a nivel cutáneo (eritema, urticaria, angioedema), aunque pueden llegar a producirse reacciones anafilácticas (Borrego & Laffond, 1997-1998).
Para el caso de plagas contaminantes de granos y semillas en el mercado de abastos, su almacenaje dentro de bodegas se ve sumido en un deterioro a simple vista.
La problemática bien descrita por (García, Bautista, & Maldonado, 2009) es que, uno de los principales problemas a nivel mundial, en cuanto a almacenamiento de granos, es que los medios disponibles son simples depósitos que no impiden el ataque de las plagas, ni crean un medio inconveniente para éstas. En la mayoría de los casos, el uso de insecticidas es el único método de control, cuando no se adoptan adecuadas medidas de prevención. El estudio de los insectos que atacan granos (gorgojos, palomillas de los graneros, palomillas de las harinas, coleópteros barrenadores y taladros), así como de las plagas exóticas (gorgojo-khapra) es importante en la alimentación debido a la necesidad de controlarlos para conservar la calidad de los granos almacenados, la sanidad de los alimentos, así como el de mantener nuestros productos libre de estos insectos.
Esta cuestión es importante desde un punto de vista alimentario, ya que en la agricultura de subsistencia el maíz destinado a almacenamiento, es la base más importante para el consumo de carbohidratos y proteínas en una sociedad de bajos recursos, generalmente que vive en zonas marginales.
En la industria alimentaria en este caso en comerciantes que exponen sus productos al consumidor, hay factores que pueden afectar la compra-venta de sus productos, tales como pérdidas económicas por mercancías arruinadas por plagas, posibles demandas por contaminación de alimentos, síntomas, infecciones y enfermedades que se presentan en el consumidor después de haber ingerido alimentos con bacterias o algún tipo de virus.
Por lógica entonces, se puede definir cuáles serían los puntos clave para un control de plagas; es decir, una minuciosa inspección, un constante monitoreo y por supuesto directamente el control físico y atacar el problema. Siendo una de las principales fuentes de propagación de enfermedades, las plagas pueden estar conformadas por distintos tipos de animales, las más comunes son cucarachas y roedores o ratas, para su erradicación debe llevarse un plan integral considerando características como: condiciones climáticas, refugio y alimento (de la plaga y el alimento), para esto es importante que como seres humanos expuestos a convivir con todo tipo de plaga en abundancia o no, tomemos las medidas de limpieza adecuadas para evitar problemas sanitarios.
Marco Antonio y Rodrigo Cortés son propietarios de una bodega dentro del mercado de abastos de Morelia, “aquí todos cuentan con contratos de agua potable y drenaje, pero el control de las plagas es por medio de particulares, la razón es porque cada bodega vende productos distintos, no es lo mismo los que tenemos problemas con fruta a los que tienen plaga en semillas, dulcerías, verduras, etc.”

 

 

 

 

 

 

 

La central de abastos no es una figura similar a los mercados públicos, es un abastecimiento global, todos los mercados van y ahí se surten; digamos que el mercado está conformado por entes particulares, a diferencia con los tianguis del resto de la ciudad que corresponden al municipio; pues se les otorga la concesión y el permiso para vender, de forma directa.
En el mercado de abastos es de forma indirecta, pues cada bodega es un propietario y cada bodeguero debe programarse con su administrador (a) para llevar acciones generales, en este caso de fumigación.
De acuerdo con (Castillo, Ayala, & Durán, 2015), las centrales de abasto ponen en riesgo su competitividad por factores como: instalaciones insuficientes y los altos costos con los que operan. En resumen, las centrales de abasto no cuentan con espacios suficientes para estacionamiento y maniobras, lo cual provoca un estancamiento en el avance de comercialización directa con el cliente.
A lo largo y ancho del mercado, se observa el asfalto que apesta, que tiene restos de comida, frutas y todo tipo de basura, el mismo por donde pasan diablitos con montones de arpillas de papa, cebollas, zanahorias y camiones enormes con toneladas de naranja y sin fin de alimentos. Es fácil ver qué zonas del inmueble son más propensas a resguardar o atraer ciertos tipos de plaga.
Muchas zonas del mercado ponen en evidencia la falta de higiene, ya sea en ductos de agua o eléctricos y el olvido en cañerías, mismas que suelen estar totalmente tapadas por desperdicios, plásticos y cartón. Otro tipo de propagación de plagas es cuando existen grietas en los locales, las cuales actúan como reproductores de todo tipo de insectos, teniendo un problema grave con cucarachas, invadiendo las mesas de trabajo, pasillos, alimentos y hasta sanitarios del inmueble.
Cajas y cajas de fruta entre ellas manzanas, lechugas, costales de legumbres, chayotes, calabazas y papayas, siempre las de mayor calidad van al frente, lo mejor siempre se ve y se va primero, tipo pirámide o en línea recta, todos los vegetales entran y salen de cada bodega; aquí la gente solo llega, compra y se va.
Dichas cajas cumplen una función esencial ya sea para el acomodo y trasporte de los alimentos, pero también como contenedores de residuos sólidos, todo ese desperdicio y basura que va quedando de la venta del día, razón para que perros, gatos y roedores tengan fácil acceso para alimentarse.
El problema está ahí, pero peor aún, éstos animales se acostumbran a convivir con el ser humano, le pierden el miedo y es una relación recíproca. Pues muchas veces como consumidores de cualquier producto, los comerciantes han dejado expuesto el problema de fauna que rodea sus mercancías, así ellos mismos terminan por alimentar de manera voluntaria a los animales.
CONVENIENCIA DE PARTICULARES
En diciembre de 2016, el Diario Oficial de la Federación publicó una serie de modificaciones a las Reglas de Operación del Fondo Nacional Emprendedor para el ejercicio fiscal 2017, donde se expuso que “tiene por objeto incrementar la productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas, para incentivar el crecimiento económico nacional, regional y sectorial, mediante el impulso al fortalecimiento del emprendimiento y del desarrollo empresarial en todo el territorio nacional.
Que buscando mayor eficiencia en los mecanismos para el otorgamiento de apoyos del Fondo Nacional Emprendedor y dotarlos de mayor claridad, transparencia y certeza jurídica para toda aquella persona interesada en recibir apoyos, se estima necesario fortalecer el desempeño del Programa y fomentar el incremento continuo en la productividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de los diversos Sectores Estratégicos del país, partiendo de un objetivo general y los correspondientes específicos, que sean claros, medibles y alcanzables.”
Se hace referencia al presente documento, pues a conveniencia de los particulares de la central de abastos, se establece relación directa o indirecta con gobierno municipal y la administración del mercado, a través de la dirección de mercados de Morelia, respecto a la regulación de saneamiento, licencias, alcantarillado, etc.
Tierras y suelo que no tiene control de plagas, potencializa enfermedades entre vendedores y consumidores. El caso del mercado de abastos de Morelia, es que está inmerso en una gran problemática por no pertenecer al conjunto de mercados y tianguis que comprende el monitoreo de autoridades municipales; no tienen un control estricto de actividades que los beneficien.
Las funciones de la administración son la coordinación de las asambleas de los locatarios; el informe sobre las actividades que en el período se han realizado:el establecimiento de relaciones con dependencias gubernamentales para solicitar apoyo para áreas conflictivas; servir de nexo entre quienes ofrezcan productos a los locatarios o deseen adquirir sus mercancías y los propios locatarios.
En este inciso, solo se es el punto de contacto, ya que las obligaciones deben establecerse entre locatarios y oferentes directamente. La administración tiene como obligación tramitar, conservar o renovar la documentación necesaria para el funcionamiento de la Central, como puede ser el uso del suelo, licencia de funcionamiento, instalaciones sanitarias, instalaciones para bomberos, etc.; cumplir las obligaciones que se adquieran ante dependencias oficiales cuando se sigue conservando la figura de sociedad, y pago de impuesto predial (UTSH, 2002).
En la dirección de mercados de Morelia, la explicación acerca de la situación del mercado de abastos es la siguiente: “la dependencia siempre ha navegado mucho con ellos, a veces dicen ser particulares y cuando les conviene dicen ser públicos”.
Un ejemplo claro de ello es la petición que expuso Vicente, un bodeguero de la calle mandarina: “El gobierno debería voltear a vernos, somos un conjunto grande de comerciantes que surte a todo Morelia, sin embargo también cada día son más los Oxxo, Wal-Mart y tiendas grandes que nos opacan las ventas, ya sea porque están cerca de los cliente o porque ven más bonito el producto. Creemos que tenemos los productos de mejor calidad y mejor precio, deberían darnos difusión para incrementar ventas y darle mejor cara al mercado, la verdad está muy descuidado”.
En ocasiones la administración nos ha pedido que les ayudemos a regular algunas condiciones del mercado, acudimos y regulamos al meter a los que se encuentran fuera de sus bodegas, acomodo de mercancía, pero eso es correspondiente al factor de vía pública”. O sea, que dicha dependencia no puede ingresar a las bodegas, porque a quien compete la revisión, control de licencias municipales e ingreso a es a la Dirección de Inspección y Vigilancia del H. Ayuntamiento de Morelia, en todo caso; la petición sería de manera directa del mercado hacia ésta última instancia.
Como inmueble de particulares en conjunto con la administración del propio mercado, deberían tener o llevar a cabo un programa de fumigación, seguridad e higiene, salubridad, etc. Si no lo tienen, en definitiva es que nunca se han realizado.
La dirección de mercados de Morelia sí ha realizado acciones en otros tianguis y mercados que son del municipio, pero en el mercado de abastos de Morelia no ha podido interferir, por otro lado con el tema de residuos sólidos, aseo público, recolección de basura y alumbrado han hecho lo correspondiente.
Específicamente en un proyecto para erradicar la fauna nociva en el inmueble abastecedor de alimentos más grande de la ciudad, no tienen acercamiento alguno.
El otro lado de la moneda expone más problemáticas, ya que clientes y locatarios denunciaron que no hay ningún tipo de señalamientos preventivos, esto cuando los choferes de los camiones de carga están maniobrando, mucho menos existe orden alguno al transitar entre dobles filas de autos mal estacionados entre bodegas y comercios.
Al parecer el gobierno ha ido a paso demasiado lento en atender las peticiones que locatarios han hecho desde hace ya varios años. De alguna manera la esperanza de que mejore la situación del mercado aún sigue de pie.
Si la dirección de mercados va con jurisdicción sanitaria pidiendo fumigar la central de abastos, posiblemente esta acceda, pero al estar en el inmueble, locatarios se negarían a la actividad rotundamente, precisamente porque ellos tienen su oficina administrativa dentro del mercado y es quien se supone debería de regir actividades como estas y otras problemáticas.
El pasado 5 de julio se llevó a cabo una reunión con locatarios, administrativos y el ayuntamiento de Morelia, destacando que el mercado más importante de la ciudad está envuelto en temas urgentes a resolver, tales como vialidad, inseguridad e infraestructura.
Como comerciantes particulares del mercado han llegado a la conclusión de cerrar su central de abasto, poniendo puertas y sólo dar acceso a quienes lleguen a descargar.
Por otro lado ¿qué pasaría con clientes de micro empresas, restaurantes, dulcerías y tianguis? Definitivamente una decisión imposible de concretar.
Cuando el mercado se encuentra en su apogeo, es de madrugada, a esa hora van todos los tianguistas a surtir sus mercancías, entre tráilers y clientes foráneos que llegan con sus camionetas a surtir sus negocios y mercados sobre ruedas del resto de la ciudad, es un caos total.
Es en ese momento cuando la dirección de mercados acude a realizar operativos y en caso de que como autoridad propongan el acudir de nuevo y que salubridad asista, tampoco lo permitirían los bodegueros, estarían cometiendo allanamiento de morada, ya que cada locatarios tiene su propiedad y sus escrituras, a diferencia de mercados que son del municipio.
En la central de abastos no cualquiera puede llegar y husmear las bodegas, pero el día que llegue salubridad, encontrará muchos detalles en los productos que no corresponden, un ejemplo puede ser la maduración de plátano u otras frutas, para esto son utilizados químicos que en cualquier momento pueden provocar una explosión o intoxicaciones.
El forzar la maduración de frutas y verduras lleva un proceso físico-químico que acelera la maduración sin afectar la fruta principalmente, es decir, retrasa al mismo tiempo la descomposición de ésta.
Tal como lo exponen (Dussan, Torres, & Pedro, 2014) los recubrimientos comestibles y películas a base de almidones, generan una buena formación de película, tienen baja permeabilidad al oxígeno, alta permeabilidad al vapor de agua, son insípidos, inodoros y transparentes, no cambian el sabor, aroma o apariencia del producto, lo que implica la disminución de la tasa de respiración de los productos recién cortados.
En pocas palabras, mantienen en forma al producto a pesar de acelerar su maduración.
BARATO EL CONTAGIO, CARA LA INFECCIÓN

El estudio de las enfermedades como fenómenos poblacionales es casi tan antiguo como la escritura, y las primeras descripciones de padecimientos que afectan a poblaciones enteras se refieren a enfermedades de naturaleza infecciosa. Las acciones preventivas y de control de las afecciones contagiosas también son referidas en muchos textos antiguos; como la Biblia, el Corán, el Talmud y diversos libros chinos e hindúes recomiendan numerosas prácticas sanitarias preventivas, como el lavado de manos y alimentos, la circuncisión, el aislamiento de enfermos y la inhumación o cremación de los cadáveres (López, Garrido-Latorre, & Ávila, 2000).
Muchas son las alergias y contagios por alimentos y productos contaminados dentro del mercado de abastecimiento más grande de Morelia que pueden afectar directamente en la salud de locatarios y específicamente en consumidores. Con plagas tan comunes como las cucarachas, perros, gatos, pollos, moscas, roedores, y bichos entre otros; además de no permitir permear a la autoridad como corresponde.
Por otro lado, tal como lo menciona (Juárez, 2017) otro tipo de trabajo que se genera es la recolección de basura. Miles de cajas de cartón, de madera y los llamados huacales son separados diariamente para su reaprovechamiento al igual que bolsas y botellas de plástico.
Después de lo anterior las posibilidades de que el mercado de abastos de Morelia sea un posible transmisor directo de infecciones a través de los alimentos a clientes, vendedores y pepenadores, es aún mayor.
Considerando lo antes mencionado y con base a que las plagas que atacan al mercado de abastos de Morelia son las más comunes ¿Qué tipo de enfermedades podría adquirir el ser humano al contacto con productos contaminados? ¿En qué cantidad afectan los tipos de plagas?
Cuántos son muchos (insectos, roedores, etc.) cuando una sola mosca que vuela alrededor de la sala de un hogar cercano al mercado de abastos, después de haberse posado en residuos sólidos, excremento de gatos o perros, puede llegar y contaminar con enfermedades como cólera o disentería, luego de caminar por la orilla de los vasos donde una persona bebe agua.
Cuántas cucarachas son muchas, cuando una sola que entre por coladeras o puertas de la casa, después de haber estado en el drenaje en contacto con desechos orgánicos, puede caminar sobre las superficies de una cocina, del baño y luego por el biberón de algún bebé, dejando bacterias que provocarán reacción infecciosaestomacal.
Cuántos son muchos, cuando un solo mosquito es capaz de transmitirle a una persona el virus del dengue, chikungunya o zika.
Una sola rata que esté husmeando en comida, en los productos que ofertan locatarios de mercados y se meta a una de las viviendas aledañas a la central de abastos, es capaz de resguardarse después de haber estado en contacto entre utensilios de cocina, roer cables eléctricos y con ésta acción provocar un corto circuito que funda los aparatos electrodomésticos o que inicie un incendio que puede acabar con bodegas enteras y viviendas cercanas.
Una sola abeja, avispa u hormiga que le pique a una persona susceptible puede provocarle un shock anafiláctico (reacción alérgica muy severa), que puede enviarla directo a un hospital e incluso podría causar la muerte.
CLASIFICACIÓN DE PLAGAS MÁS COMUNES
Perros y gatos: salmonelosis, hepatitis, toxoplasmosis (heces de gatos), rabia y tuberculosis.
Moscas: salmonella, hepatitis, amibiasis, cólera, tuberculosis.
Roedores: tifo, rabia, fiebre amarilla, salmonelosis.
Pollos (aves): tuberculosis, influenza, salmonella.
Gorgojos (del frijol, trigo y maíz), barrenadores y palomillas (del maíz, de la harina): intoxicación; generalmente están a simple vista y pueden ser retirados del alimento, es preferible desechar el producto. No consumirlo.
La función del mercado de abastos seguirá siendo la misma, no solamente con el acopio y comercialización de productos y alimentos, sino también cumplir la regulación de la oferta y la demanda en un sector en específico de la actividad económica de la ciudad. Concentra y dispersa la oferta de productos agroalimentarios más grande y diversa del estado y parte del país, estableciendo precios bajos y marcando tendencia en precios que se generalizan alrededor de la ciudad.
De cualquier manera la central de abastos nunca dejará de ser un gran mercado que abastece a la población moreliana. Es el centro de comercio tanto mayorista como minorista que ha logrado concretarse hasta el día de hoy gracias a su historia y en función de la necesidad de la gente.
La función primordial siempre tendrá un carácter estratégico; satisfacer las necesidades alimentarias de la población michoacana al comercializar productos diversos y agrícolas.

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