Cocina tradicional: sabrosa y saludable

Por: Víctor Gabriel García Sánchez

La señora Ernestina Gallardo de 75 años de edad, originaria de Tzintzuntzan, se distingue por elaborar comida aún con el típico estilo tradicional que identifica a la región. Todos los días, de 10:30 de la mañana a 6:00 de la tarde, vende deliciosos platillos en una cocina económica localizada a espaldas del templo principal de su pueblo natal. Allí atiende el hambre de lugareños y visitantes deseosos de un rico platillo tradicional: corundas de ceniza, pozole batido o capirotada.

Doña Ernestina, ¿de dónde nace ese gusto por la cocina?

-Todo se lo debo a mi mamá, desde que yo era pequeña me fomentaba el gusto por hacer comida; todos los días a las 6:30 de la mañana me ponía a preparar el desayuno para mis hermanos. Un huevo con chile, unas papitas a la mexicana con sus rajitas de chile verde y agua de limón con chía que no podía faltar en la mesa.

-¿Por qué sigue manteniendo el método tradicional para  cocinar?

-Más que nada es por tradición familiar, ya que en mi familia siempre se ha acostumbrado elaborar la comida con recetas que los abuelos heredaron de sus abuelos; la mayoría de las veces tienen como ingrediente principal verduras del campo, chiles molidos en molcajete, especies, pan duro.

-¿A usted le gusta la comida rápida?

-No puedo decir que no, porque la verdad de vez en cuando me cómo una que otra cosa, pero no es el tipo de comida que acostumbro porque con mi edad debo de tener más cuidado, y es un tipo de comida que con el paso del tiempo te provoca una que otra enfermedad.

-¿Considera que la comida tradicional es mejor que la comida rápida?

-Sí, porque yo crecí sin hamburguesas, tacos y todo ese tipo de comida, y para la edad que tengo no he padecido hasta el momento ninguna enfermedad. Las generaciones de hoy están padeciendo muchas enfermedades como la diabetes o del corazón. La verdad considero que se pueden evitar si aún cocináramos cómo lo hacían nuestras abuelas, sin consumir tantos productos llenos de químicos y grasas.

-¿Tiene algún platillo que recuerde desde la infancia y que aún realice?

Recuerdo más de uno, pero uno en particular es el mole de olla. Más que recordar el sabor, recuerdo cuando mi mamá me ponía a pelar las semillas de calabaza que son uno de los ingredientes que le dan sazón al molito.

-¿Para usted, qué es el sazón?

-Es la mezcla de ingredientes: cómo son las hierbas de olor, las semillas, pimienta y el ajo.

-¿Cuál cree usted que sea la regla básica para preparar comida tradicional?

-Dedicación y tiempo; si queremos hacer una comida tradicional hay que darle su tiempo, sin atarearnos o andar de prisa, porque sólo de esta manera podemos llegar al sazón correcto, ese punto exacto de una comida digna.

-¿Tiene alguna frase que la motive para preparar esta deliciosa comida?

-Sí, una que mi mamá me hizo aprenderme de memoria porque siempre me decía: “si vas a cocinar comida tradicional debes de tener tiempo y dedicación para que la comida tenga sazón, y si no es así, mejor ni te acerques al comal”.

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